Mucho se habla de cómo México, gracias a su ubicación geográfica en el planeta, es una fuente de riqueza y enorme potencial en muchos sectores como el agropecuario, el industrial y el turístico. Sin embargo poco se habla de cómo este aspecto también le da una enorme ventaja en el sector energético.
Un 70% del territorio mexicano presenta una radiación solar superior a 4.5kWh/m² por día, lo que significa que utilizando la tecnología fotovoltaica actual una planta solar de 25 km² en estados de Chihuahua o Sonora podría proporcionar toda la electricidad demandada por el país, ocupando únicamente el 0,01% de su superficie.
La energía solar fotovoltaica se ha desarrollado en México a un ritmo cada vez mayor en los últimos años, contando actualmente con más de 200MW instalados gracias a proyectos como Aura Solar en La Paz, BCS, el cual generaba 82GWh al año (suficiente para abastecer el consumo del 65 % de la población de La Paz), pero fue arrasado por el huracán Odile.
En 2018 entró en funcionamiento la que hasta el momento es la planta solar más grande de América, y la segunda en tamaño en el mundo, en el municipio de Villanueva, Coah., la cual tiene una capacidad de producción anual de 1.7GWh.
En cuanto a la generación distribuida, a inicios del 2019 existen más de 80 mil contratos de generación distribuida en el país, lo que implica una capacidad de generación de 496MW en techos de casas y comercios en el territorio nacional. Tan sólo en 2018 se instalaron más de 40mil sistemas fotovoltaicos; un incremento de casi el 50% en comparación con los 27mil que se instalaron durante el 2017, y aún mayor respecto a las 12 mil instalaciones realizadas durante el año anterior.
Se espera que México experimente un mayor crecimiento en los próximos años, con el fin de alcanzar el objetivo de cubrir el 35% de su demanda energética a partir de energías renovables en 2024, según una ley aprobada por el gobierno mexicano en 2012.